lunes, 2 de septiembre de 2013

Volver de las vacaciones

La vuelta de las vacaciones no suele ser fácil para nadie. En la vacaciones intentamos romper con los horarios, rutinas…procuramos hacer aquello que nos apetece, ya sea viajar, leer, tomar el sol, pasear, es decir, aquellas actividades que normalmente por el estrés diario no podemos hacer. Esta claro, que esos momentos son estupendos, ya que nos sentimos “libres” por unos días, pero como bien se dice, todo lo bueno dura poco, y cuando debemos volver a nuestras rutinas habituales, a veces nuestro estado de ánimo se ve afectado.

Días antes de volver, comenzamos a sentirnos nerviosos, irritables, tristes, nos cuesta dormir, incluso se puede llegar a sentir ansiedad en algunos casos, pero sobre todo, y suele ser lo más generalizado, la sensación es de agobio. De estar alegres y tranquilos, podemos pasar a estar huraños y nerviosos y son estas sensaciones, las que dan nombre  al llamado Síndrome Postvacacional.

La intensidad de estas sensaciones puede variar según el grado de satisfacción que tengamos con nuestra vida. Si volver supone enfrentarse con los problemas que ya dejamos antes de irnos, lógicamente está vuelta se hará aún más complicada. Son varias las personas que  suelen pedir ayuda tras un periodo de descanso, ya que, tener tiempo para nosotros, ayuda a reflexionar  e intentar tomas algunas decisiones.

Incluso, cuando en nuestras vidas hay situaciones difíciles de soportar y a las cuales no  nos estamos enfrentando, nuestro cuerpo aprovecha los periodos de descanso para liberar el estrés, produciéndonos ansiedad. De ahí, que  también sean habituales las consultas en las que las personas se preguntan, ¿porque no podía dormir en vacaciones? , o porque he estado mareado?...

Probablemente lo más adecuado y en un mundo ideal, sería que durante el año pudiéramos tener varios espacios de reflexión, que nos permitieran descansar y estar tranquilos, pero como dicha situación normalmente no es posible, es importante que aunque tengamos poco tiempo, nos busquemos un espacio personal  durante el día, donde poder “recargar pilas” o sencillamente descansar y respirar de forma correcta y profunda, para así no ir acumulando la tensión durante el año y reducir los síntomas de estrés postvacacional.