domingo, 12 de febrero de 2023

Síndrome del Impostor

El término fue acuñado por las psicólogas clínicas Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978. En este año apareció el primer artículo que hablaba sobre este síndrome.

 Como bien indica su nombre, las personas que padecen este síndrome, creen y sienten que son un fraude. Aunque su vida este llena de logros y buenas palabras por parte de la gente que les rodea, internamente sienten que no son merecedores de este merecido reconocimiento.

Viven con un importante sufrimiento y dolor personal, ya que no se sienten suficientemente buenos, competentes y creen que en cualquier momento alguien se dará cuenta y descubrirán la mentira que hay detrás de su excelente comportamiento. Dichas sensaciones, sólo hacen que incrementar la presión que se ejercen, la autoexigencia y lógicamente su malestar emocional.

Detrás de este síndrome existe una personalidad con rasgos competitivos, una alta inteligencia y autorresponsabilidad, que, sumado a un entorno duro y ciertas estructuras aprendidas en la vida, hacen que la persona pese a sus éxitos, se sienta triste, fracasada e impostora.

Para trabajar este síndrome es importante enfrentarse a nuestra percepción de éxito, fracaso y competencia. Bajar las exigencias con nosotros mismos y modificar la lista de requisitos, prácticamente imposibles, de llevar a cabo. Además de aceptarnos y querernos, base para cualquier cambio personal.



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